domingo, 28 de marzo de 2010

Domingo de Ramos

En la ceremonia de la bendición de los Ramos se recita el Evangelio de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. En la Misa se lee la Pasión del Señor.
Muchos católicos desearían que la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén se perpetuara por los siglos de los siglos, aunque solo fuera para callar la boca a los enemigos de la Iglesia. Sin embargo lo que se perpetua es la Pasión y Muerte del Señor en el Sacrificio de la Eucaristía.
Que distinta es la lógica de Dios de la nuestra, se nos da totalmente porque nos ama con locura con tal de salvarnos. “Nadie tiene amor mas grande que el que da la vida por sus amigos” nos ha dicho y lo ha hecho.
Todo esto ha sucedido para que los hombres aprendamos a amar a Dios; es un ejemplo para todos, los católicos, los no católicos, y también los que se dicen ateos. Todos hemos sido creados para amar y será el amor el que nos juzgue.
Es importante saber que estamos salvados porque Cristo ha muerto por nosotros, pero también es importante que sepamos corresponder a tanto amor de Dios, porque Dios nos ha amado primero, gratuitamente, sin poner condiciones.
Nuestro amor a Dios exige que amemos a nuestro prójimo, también a los que se dicen enemigos; y nos exige que les exijamos que cumplan sus obligaciones, con Dios y con los demás hombres, exactamente igual que nosotros.
“Rezar por los que os persiguen y calumnian” para que se conviertan y dejen de perseguir y calumniar. Y además de rezar, exigirles que depongan su aptitud prepotente, contra todo derecho, que dejen de odiar y aprendan a amar.
Los cristianos volveremos a cambiar el mundo, sin triunfalismos, amando.

sábado, 27 de marzo de 2010

Religiosos

Hace cinco o seis años, recién llegado a Madrid, fui invitado a un Retiro en la Vicaría II que predicó el Cardenal Rouco. Como es tradición en estos eventos no faltó la comida de hermandad. En mi mesa coincidimos unos veinte comensales. Nos presentamos. La pregunta inesperada no tardó en ser hecha: “Vosotros sois religiosos”. Silencio y expectación. Me encomiendo al Espíritu Santo y respondo: “Si, en el buen sentido de la palabra”. Cara de circunstancia y sonrisas.
No pregunté a mi interlocutor si era religioso, sacerdote secular, diácono permanente o laico cualificado; había de todo y todos igualmente vestidos.
Seguimos hablando de otra cosa, pero me dio la impresión que algunos quieren hacerse con la exclusiva de la religión y hacer que todos sean religiosos como ellos, haciendo tres votos y apartándose del mundo. O al menos asimilarse a los religiosos, con tres votos y algún distintivo.
Cincuenta años después del Concilio algunos no entienden que los cristianos no necesitamos hacer votos para amar a Dios. Que al recibir el bautismo recibimos la gracia que nos hace santos. Que a lo largo de nuestra vida con la oración y los sacramentos recibimos gracia sobre gracia para poder aspirar a la santidad que Dios nos pide.
Por contra me consta que hay muchos religiosos y religiosas que comprenden perfectamente la llamada a la santidad en medio del mundo, aunque no sea esa su vocación; y rezan cada día por el apostolado que hacemos los que permanecemos en el mundo. Pienso que precisamente por eso no les faltan vocaciones.

martes, 23 de marzo de 2010

Mentalidad laical

Decíamos ayer que laicismo y clericalismo son dos totalitarismos con la misma raíz, el laicismo es un clericalismo laicista y ambos opuestos a la mentalidad laical, del hombre sencillo, sin tapujos.
La mentalidad laical es consecuencia de nuestro amor a la libertad y a la consiguiente responsabilidad personal. Solamente si somos amigos de la libertad podemos amar también la libertad de los otros; el que no respeta la libertad de los demás es un tirano. Como cuentan de Lenin cuando dijo -mientras el pueblo clamaba libertad- ¿Libertad para qué?
Tampoco puede amar la libertad el que no acepta plenamente la responsabilidad de todos sus actos. No es libre el que no quiere ser responsable, pues se hace esclavo de sus propios caprichos. Es necesario ser mayores de edad.
La mentalidad laical nos hace ver la vida con realismo, las luces y las sombras; mantiene la ilusión profesional en el trabajo, incluso después de los 65; se manifiesta en nuestras relaciones familiares y sociales, porque queremos ayudar a todos; nos lleva al cumplimiento de nuestros deberes y al ejercicio de nuestros derechos civiles, etc.
No puedo no citar el consejo de San Josemaría en la Homilía Amar al mundo apasionadamente sobre la mentalidad laical.
“Tenéis que difundir por todas partes una verdadera mentalidad laical, que ha de llevar a tres conclusiones: a ser lo suficientemente honrados, para pechar con la propia responsabilidad personal; a ser lo suficientemente cristianos, para respetar a los hermanos en la fe, que proponen –en materias opinables— soluciones diversas a la que cada uno de nosotros sostiene; y a ser lo suficientemente católicos, para no servirse de nuestra Madre la Iglesia, mezclándola en banderías humanas” (Conversaciones, 116).

lunes, 22 de marzo de 2010

Laicismo

Esta ideología, tan de moda, es antagónica al nefasto clericalismo, error de planteamiento práctico propio de ciertos clérigos revestidos de autoridad.
Un caso práctico ayudará a entenderlo: “En esta parroquia mando yo, porque he recibido toda la autoridad de lo alto, y yo digo lo que se debe hacer: lo que está bien y lo que está mal. El que hace lo que yo digo se salvará, pero el que no esté de acuerdo conmigo no podrá salvarse”
Parece un caso simple y muy exagerado, pero es la dura realidad. La mentalidad clerical no tiene en cuenta las opiniones ajenas, porque él no necesita dar opiniones, simplemente manda. Si se trata de interpretar una ley la única valida es la suya, las demás son opiniones, no valen. Ante los demás se muestra como el gran cumplidor, el que está en todo, pero que nadie le toque nada. Si la parroquia está en ruina, se tiene que caer el techo para que lo reconozca. Y nunca se ha gastado un céntimo en material de limpieza.
Sería razonable combatir este error e impedir que estos individuos ocupen cargos de responsabilidad, pero la solución del laicismo no resuelve el problema e incurre en el mismo error. Siguiendo con el caso práctico: “Aquí mando yo porque he ganado una elecciones por mayoría, y yo decido lo que está bien y lo que está mal. El que está de acuerdo conmigo y me apoya recibirá abundantes subvenciones, pero el que me lleva la contraria será tachado de anti patriota y retrogrado. Yo puedo cambiar las leyes y determinar los derechos, incluso hacer que los delitos sean derechos. Y si me dejan, por ley, cambiaré la historia”
Los resultados de esta mentalidad están al cabo de la calle, pero ¿quien tiene la culpa de que esto ocurra?, evidentemente los que les han votado. No obstante, en mi opinión, tienen bastante culpa los que pudiendo votar, no votaron y los que desperdiciaron su voto, votando a partidos minoritarios. Con el sistema de listas cerradas el que no vota está ayudando sin querer al partido que no votaría nunca. Yo estoy seguro que si el 14 M hubieran votado todos, no tendríamos tanto paro e incluso estriamos saliendo de la crisis.
Saludos
Nicolás

domingo, 21 de marzo de 2010

Domingo

Seguimos pensando. Ayer no me dio la vida. Hoy me ha hecho pensar la Homilía de la Misa. ¿Por qué perdona Jesús a la mujer adúltera? ¿Acaso se manifiesta contrario a la pena de muerte?
En ningún momento dice que sea ilícita o que se debe abolir, mas bien sale al paso del modo como pretenden ejecutarla, sin juicio previo ni sentencia que la aplique, simplemente porque en el derecho judío estaba previsto que determinado delito fuera castigado con dicha pena.
Jesús nunca se manifestó en contra de la pena de muerte, de hecho fue ejecutado por el delito de decir la verdad: que era el Hijo de Dios, el Rey de los judíos.
No obstante a día de hoy nos repugna el hecho que exista en la legislación de algunos países y deseamos que desaparezca. Pues mas repugnante debería ser la des-penalización del aborto, por el contrario, cuantos partidarios tiene y sobre todo cuanta indiferencia. Ya solo falta que la mayoría parlamentaria decida que el delito no es delito, que se convierte en derecho.
Que culpa tiene una persona no nacida que su madre no le quiera. En buena ley habría que castigar a la madre por no querer a su hijo y sin embargo la ley castiga al hijo con la pena de muerte, permitiendo que lo maten. Esta ley permisiva es contraria a la ley, que protege la vida y castiga a los que atentan contra ella. La demagogia que se aduce en favor del aborto no tiene pies ni cabeza. Decir que un feto humano vivo no es un ser humano, demuestra una ignorancia supina. Y peor todavía decir que un feto humano no es persona, tratándose de un individuo de naturaleza humana, perfectamente diferenciado de la madre y que no puede ser de otra naturaleza.
A la mujer adúltera la pillaron in fragante y quieren apedrearla, pero Jesús le salva la vida, le perdona sus pecados aconsejándola que no peque mas. También las madres que abortan pueden encontrar el perdón de sus pecados si se confiesan porque en la confesión se perdonan todos los pecados. Dios quiere que todos se salven, sin excepción, y el que no quiera salvarse, ese es su problema.
Hasta mañana si Dios quiere.
Nicolás

viernes, 19 de marzo de 2010

San José

Hoy es el santo de los pepes, muchas felicidades para todos.
Y como San José es el padre de Jesús hoy es el día del padre, así nos lo venden.
Por ser fiesta tan importante, todo el mundo tiene que celebrarla, quien con petardos y tracas o retirándose a un lugar tranquilo para celebrarlo en familia, porque la fiesta son cuatro días.
Yo en cambio me quedo en Madrid, que bien se está en Madrid, vacío de coches y peatones, aunque el día no acompañe. Aprovecho para leer en un libro de Homilías una que se titula En el taller de José, muy interesante. Su autor, San Josemaría, fundador del Opus Dei, insiste en que San José se santificó trabajando, para sacar adelante a su familia, como tenemos que hacer todos.
Su lectura me ha hecho pensar, ¿como es posible que precisamente hoy con tanto paro y tanta crisis hay muchos jóvenes que no quieren trabajar?, ni trabajar ni estudiar, son como viejos, se han jubilado a los 14, sin Seguridad Social, ni Plan de Pensiones, su vida se limitará a sobrevivir. ¿Cómo explicar a estos jóvenes que la vida de San José es lo normal y que la suya no?
San José aprendería su oficio de su padre y este del suyo, pues entonces no había escuelas públicas para estudiar ningún oficio. Hoy con todos los medios que hay para estudiar infinidad de especialidades, por qué se da el fracaso escolar. Los jóvenes no quieren estudiar, sus padres no les obligan, y los maestros no pueden obligar porque la ley no les deja.
En el fondo de este problema subyace un falso concepto de libertad, el que yo puedo hacer lo que me da la gana. Craso error, la verdadera libertad consiste en hacer lo que debo hacer, porque me da la gana. Si una persona desconoce sus obligaciones, si no sabe qué debe hacer, no puede ser libre. Tiene la misma libertad del que sabe lo que tiene que hacer pero no puede porque no es libre. Es la verdad, el conocimiento de la verdad, lo que me hace libre, y no al revés.
Pero el problema de la libertad, el desconocimiento de la verdad, afecta no solo a los jóvenes sino a toda persona en cualquier situación de su vida. Porque la vedad no la inventamos nosotros, está en las cosas, o la vemos o no la vemos. No puedo contraponer mi verdad a la tuya, como si los dos tuviéramos razón, ni decidir lo que es verdad por mayoría. El que quiera conocer la verdad debe estudiar y cuando sepa lo que son las cosas, cuando tenga un conocimiento suficientemente amplio de la verdad, podrá elegir libremente.
El que se conforma con repetir slogan y no se molesta en estudiar para conocer la verdad, cualquier verdad, en cualquier campo de la realidad, será un ignorante y no dirá mas que tonterías. Para ser buen cocinero hay que tener olfato y buen gusto, pero hay que estudiar y dedicar muchas horas a la cocina. Lo mismo que en cualquier profesión u oficio.
Volviendo a San José, seguro que enseñaría su oficio a Jesús, respetando su libertad sin obligarle nunca, porque Jesús estaba dispuesto a aprender. Los padres que sus hijos no quieren aprender, están obligados a obligarles para que aprendan algo. Porque son responsables de la educación de sus hijos y no pueden eludir esta responsabilidad. Si un niño se niega a comer sus padres se las ingenian para obligarle, pero si el niño les engaña y no come, puede terminar cayendo en la anorexia.
Para esto sirve el conocimiento de la verdad, para no engañar a nadie ni dejarse engañar por nadie. Si somos amigos de la verdad y ponemos todos los medios para alcanzarla, seremos realmente libres. Pero hay mucha gente a los que la verdad les molesta, solo admiten su verdad aunque estén en el error, están convencidos de que mintiendo van a ser libres. Recuerdo un diálogo de dos lideres sindicalistas en un espacio de televisión, estaban exponiendo sus puntos de vista cuando uno dijo: “Marcelino estás mintiendo y sabes que mientes”
Cuando un ciudadano comete un delito la sociedad le castiga privándole de su libertad, se supone que de esta manera entenderá que es obligatorio hacer el bien y que está prohibido hacer el mal; pero si nadie se lo explica nunca entenderá qué es el bien y qué es el mal. Y aquí viene otro problema que machaca las nuevas generaciones, el relativismo. Es bueno lo que a mi me apetece y es malo lo que a mi no me gusta. Según esta teoría es malo cualquier esfuerzo para aprender algo y puede ser bueno engancharse a la droga o matar a sus padres. Evidentemente, no.
Gracias por leerme. Mañana seguiremos pensando.
Saludos
Nicolás

jueves, 18 de marzo de 2010

Cuando era joven

Recuerdo hace muchos años las idas y venidas al colegio, mañana y tarde, desde la Fuente del Berro hasta Narvaez esquina a O'Donnell; y mas tarde hasta Menorca esquina a Lope de Rueda. Menos mal que a mitad de camino podía saludar a mis amigas del Loreto, que siempre era un alivio.
Terminado el colegio se amplió el itinerario hasta el Paraninfo. Primero el 61 Moncloa-Narvaez y luego el Moncloa-Paraninfo. Menos mal que en éste daban billetes de ida y vuelta a cualquier hora del día, con lo que se nivelaba el presupuesto.
Eran años tranquilos, la Universidad no estaba tan politizada como ahora. Toda la problemática de las asambleas se reducía a las incompatibilidades. Nunca he sabido como se resolvieron, imagino que están guardadas en el olvido. El que quiera saber mas puede preguntar a Jesús Sancho Rof que entonces era el jefe.
Los fines de semana, partido de football o paseo por los Picos, la Bola, la Maliciosa o la Cuerda larga y de vez en cuando al Peñalara.
Mañana mas.
Nicolás

miércoles, 17 de marzo de 2010

Foto

Antes de dar nada quiero decir quien soy y por qué he puesto una foto de lobo.
Buscando fotos mías recientes  he descubierto que ya no cumplo 40, ni 50, ni 60 y no tengo ningún interés en manifestar un aspecto tan venerable.
Me considero joven y dispuesto a discutir con todo el que quiera.
Así que busqué en google y encontré a lobo, el perro de mi amigo Paco.
Mucho mas foto génico, mas joven, mas presentable que yo mismo.
El que quiera una foto original mía que me la pida.
Intentaré colocar todos los días algo, siempre que pueda.
Saludos
Nicolás

martes, 16 de marzo de 2010

Suéltate el pelo.

Ya es hora de empezar a dar ideas, tenemos que mover el mundo.
Ya está bien de recibir todo pasivamente, sin dar nada.
Todos podemos dar algo gratis, sobretodo ideas.
Me molestan los que solo repiten lo que dicen los demás, porque no tienen ideas propias. Se quejan de los demás, pero no aportan nada suyo.
Me gusta la gente con ideas, que puede comunicar algo.
Si coincides conmigo, dímelo. Necesito que alguien me anime.
Gracias por todo.
Nicolás