sábado, 5 de junio de 2010

Voto útil

En las últimas elecciones generales los votos que perdieron IU, BNG, ERC, etc. sirvieron para aumentar suficientemente el número de votos que ganó el PSOE. Análogamente los votos que consiguió el PgDP y demás partidos minoritarios los echaron en falta en el PP, aunque no hubieran conseguido mayoría absoluta.
¿Entonces tengo obligación de votar al Partido Popular?. En conciencia, no; pero si todos los que no habéis votado en las últimas elecciones hubierais votado, no tendríamos ni divorcio exprés, ni aborto obligatorio, ni “matrimonio” de homosexuales, ni memoria histórica, etc. etc. etc.
¿Que mayoría tiene que sacar ahora el PP para quitar estas leyes?. Demasiada. Además, con los lideres que manejan la directiva del partido podemos llegar al día del juicio sin conseguirlo. Espero que muchas jóvenes promesas se apunten ya al Partido Popular y puedan desplazar a los actuales dirigentes que apoyan o admiten estas leyes nefastas. Dicen que son derechos adquiridos, pues menos mal, solo falta que nos los vendan como derechos innatos.

viernes, 4 de junio de 2010

Votar en conciencia

Dicen que tenemos derecho al voto porque estamos en democracia, derecho a votar o no votar, lo que no dicen es que tenemos obligación de ejercer ese derecho.
Tenemos derecho y obligación de votar, a quien nos de la gana, pero una obligación ineludible. Pero si tengo derecho a votar o no votar, por qué me dice que tengo obligación de votar. ¿Donde están mis derechos y mis obligaciones?.
Como en toda democracia prácticamente tenemos que optar por dos partidos mayoritarios; en este País, el que nos gobierna y el Partido Popular; y está demostrado estadísticamente que si no votas a ninguno, estas favoreciendo al partido al que no votarías nunca. Lo mismo sucede cuando votas a los partidos minoritarios, que solo sirven para dispersar los votos y evitar que le lleguen al contrario.

jueves, 3 de junio de 2010

Entiendes

Viendo los comentarios a las últimas entradas compruebo con horror que todavía hay mucha gente que no vota porque dice no creer en la democracia o que está muy desilusionado con los políticos.
Respetando sus creencias y sus desilusiones, el problema está en no entender la importancia del voto en la organización de los Estados y que la única forma de gobierno en el siglo XXI, admitido por todos los países civilizados, es la democracia.
Ejercitar el derecho al voto responsablemente exige ponderar las consecuencias, y pensar muy bien a quien das tu voto. No dejarse engañar por las promesas electorales de quienes buscan su propio bien, en vez del bien común; de los que les preocupa mucho que no ganen los otros, vaya que lo hagan bien, nos bajen los impuestos, nos suban las pensiones, construyan carreteras, etc., y dejen mal a los que con tanta avidez política nos han engañado tantas veces.