Decíamos ayer que laicismo y clericalismo son dos totalitarismos con la misma raíz, el laicismo es un clericalismo laicista y ambos opuestos a la mentalidad laical, del hombre sencillo, sin tapujos.
La mentalidad laical es consecuencia de nuestro amor a la libertad y a la consiguiente responsabilidad personal. Solamente si somos amigos de la libertad podemos amar también la libertad de los otros; el que no respeta la libertad de los demás es un tirano. Como cuentan de Lenin cuando dijo -mientras el pueblo clamaba libertad- ¿Libertad para qué?
Tampoco puede amar la libertad el que no acepta plenamente la responsabilidad de todos sus actos. No es libre el que no quiere ser responsable, pues se hace esclavo de sus propios caprichos. Es necesario ser mayores de edad.
La mentalidad laical nos hace ver la vida con realismo, las luces y las sombras; mantiene la ilusión profesional en el trabajo, incluso después de los 65; se manifiesta en nuestras relaciones familiares y sociales, porque queremos ayudar a todos; nos lleva al cumplimiento de nuestros deberes y al ejercicio de nuestros derechos civiles, etc.
No puedo no citar el consejo de San Josemaría en la Homilía Amar al mundo apasionadamente sobre la mentalidad laical.
“Tenéis que difundir por todas partes una verdadera mentalidad laical, que ha de llevar a tres conclusiones: a ser lo suficientemente honrados, para pechar con la propia responsabilidad personal; a ser lo suficientemente cristianos, para respetar a los hermanos en la fe, que proponen –en materias opinables— soluciones diversas a la que cada uno de nosotros sostiene; y a ser lo suficientemente católicos, para no servirse de nuestra Madre la Iglesia, mezclándola en banderías humanas” (Conversaciones, 116).
Diario. Miércoles, 4 de diciembre de 2024
Hace 4 horas
Mentalidad clerical y alma laicista. Así resumiría yo la actitud de algunos totalitarios que tratan de adoctrinarnos a todas horas en las escuelas, en los medios, etc.
ResponderEliminarEs decir, exactamente lo contrario a lo que predicaba San Josemaría: "alma sacerdotal" (corazón generoso, entgregado al servicio de los hombres) y "mentalidad laical" (pasión por la libertad)
Gracias por el comentario
ResponderEliminarSólo pretendo dar ideas que acerquen a la verdad a quienes se dignen escucharme.
El tema da para mucho.
Continuará
Abrazos
Esta entrada me ha gustado. La cita de Lenin no la conocía. Veo que el blog tira y mejora.
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