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La familia.
Las leyes del divorcio y del matrimonio de homosexuales, tal como están en la actualidad, deben ser eliminadas, pues su única razón de ser es destruir la familia. Las uniones de hecho, sean parejas, tríos, dobles parejas, póquer o re póquer, pueden ser reguladas por la ley civil pero sin llamarlas matrimonio.
El matrimonio es la unión estable de un hombre y una mujer, y solamente así puede ser fundamento de la familia. Así lo hemos entendido todos desde Adán y Eva y así lo entendemos la mayoría.
Que nos hayan impuesto una leyes basadas en la ideología de género y so capa de respetar los derechos de una minoría, confundiendo el matrimonio con la unión temporal de dos personas del mismo o de distinto género, solo nos deja la posibilidad de revocarlas.
La institución del matrimonio es algo propio de la naturaleza humana, es decir de los hombres, no existe en los animales, por eso debe ser defendido por las leyes, y respetado por todos, lo demás son teorías. El laicismo dominante quiere destruir la familia basada en el matrimonio. Llamando matrimonio o familia a cualquier tipo de unión confunde a mucha gente y de paso ataca a la Iglesia diciendo que solo los católicos creen en el matrimonio.
El cuadro de las bodas de Caná es gentileza de elige la vida. Muchas gracias.
ResponderEliminarPor cierto, el cuadro de las bodas de Caná es precioso, ¿verdad? Yo no lo recordaba hasta que lo vi en internet.
ResponderEliminarD. Nicolás lo de eliminar o restringir el divorcio lo veo difícil, por ley. Lo que se puede hacer es tener políticas de estabilidad. En la laica Francia el matrimonio republicano francés es heterosexual y para divorciarse hace falta 5 años al menos; ese es un matrimonio jurídicamente más fuerte que lo que tenemos aquí: te casas de por vidas pero puedes divorciarte a los tres meses sin causa (horror jurídico), no heterosexual, ni indisoluble, ni abierto a los hijos.
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