«El próximo sábado viviremos juntos una jornada especial de ayuno y de
oración por la paz en Siria, en Oriente Medio y en el mundo entero.
También por la paz en nuestros corazones. Porque la paz empieza en el
corazón. Renuevo mi invitación a toda la Iglesia a vivir intensamente
este día, y, desde ahora, expreso mi gratitud a todos los hermanos
cristianos, a todos los hermanos de otras religiones y a los hombres y
mujeres de buena voluntad que se quieran unir, en los propios lugares y
modos, a este momento. Exhorto en particular a los fieles romanos y a
los peregrinos a participar en la vigilia de oración, aquí, en la Plaza
de San Pedro, a las 7 de la tarde, para invocar del Señor el gran don de
la paz. ¡Que se eleve fuerte en toda la tierra el grito de la paz!»
Sic.
Hace 8 horas
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