viernes, 21 de mayo de 2010

Obligación

Dicen que la mitad de los españoles tenemos el corazón a la izquierda y la otra mitad a la derecha; pero a la hora de votar la mitad de los que tienen derecho a voto no saben donde tienen el corazón y no votan. No creen en la democracia, pero se abstienen de votar en nombre de la democracia; están desilusionados de los políticos, porque son todos iguales, dicen, y no encuentran razón para optar por uno o por otro.
Si no quieren creer es su problema, pero no es cierto que todos los políticos son iguales, como se deduce fácilmente de sus actuaciones: unos tienen errores, otros no dan una; unos escuchan, otros hablan sin escuchar y sin decir nada; unos son profesionales con prestigio que se dedican a la política, otros se dedican a la política desprestigiando la democracia. Hay para todo.
En buena liza, cada uno puede votar al que tiene condiciones según su criterio, pero si no vota, favorece al que no las tiene y así nos luce el pelo.

2 comentarios:

  1. Igual pasa en todas partes. Ojalá nos oigan.
    Cuando algunos de los que no votan se quejan yo les digo con mucha fuerza: Tú no tienes derecho a decir nada si no lo dices con tu voto.
    Saludos cordiales

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  2. Por mi parte hace mucho que voto por exclusión. Es decir, voto para que no salga el que menos me gusta.

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