lunes, 13 de febrero de 2012

La polémica

El Arzobispo de Tarragona ha pedido perdón por la mala interpretación de sus palabras sobre el comportamiento gay. No creo que ningún obispo tenga nada contra las personas homosexuales ni lesbianas, pues la caridad nos obliga a querer a todos.
Pero los obispos tienen la obligación de juzgar sobre el comportamiento moral de las personas y denunciar aquellos comportamientos contrarios a la ley de Dios.
Los comportamientos inmorales no son ninguna novedad, ya San Pablo denuncia que
“los adúlteros, los sodomitas, los fornicarios ,,, no heredarán el Reino de los Cielos”.
Hoy día hay leyes que adjudican derechos de las personas a comportamientos contrarios a la ley de Dios. Estas leyes permisivas son un atentado a la sociedad y no deben subsistir.
La ley que equipara el matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo no tiene en cuenta la naturaleza del matrimonio y desprecia la dignidad de las personas.
Espero que este criterio sea determinante para orientar el voto hispano en las próximas elecciones a la Casa Blanca.

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