viernes, 29 de marzo de 2013

Misa in coena Domini


En la homilía, que duró tres minutos, el Papa Francisco recordó que Jesús lavó los pies a sus discípulos. Y añadió que Pedro no comprendía, pero Jesús le explica su gesto. Jesús, Dios ha hecho esto y explica a sus discípulos que deben seguir su ejemplo. Si el Señor, el Maestro ha lavado los pies a sus discípulos –dijo el Papa– también ustedes deberían hacer lo mismo. Es el ejemplo del Señor. Entre nosotros el que es más alto debe estar al servicio de los demás. Y éste es un signo: lavar los pies quiere decir: yo estoy a tu servicio. Debemos ayudarnos. Ayudarnos recíprocamente: esto es lo que Jesús nos enseña. Y esto es lo que yo hago. Y lo hago de corazón – dijo el Papa – porque es mi deber como sacerdote y como obispo. Es un deber – añadió – que me viene del corazón. Me gusta hacerlo, porque el Señor así me lo ha enseñado.
A veces me enojé con una o con otro. ¡Olvídalo! Y si te pide un favor, hazlo. Esto es lo que Jesús nos enseña y lo que hago yo. Pero también ustedes ayúdense siempre y así, ayudándonos nos hacemos el bien. Que cada uno de nosotros piense: ¿estoy dispuesto a servir, estoy dispuesto a ayudar al otro? Este signo es una caricia de Jesús que ha venido precisamente para esto, para servir, para ayudarnos.

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