Existe un vínculo entre estar y comprender
que expresa bien cómo la fe es acoger en la vida la visión de Dios sobre la
realidad, dejar que sea Dios quien nos guíe con su Palabra y los Sacramentos
para entender qué debemos hacer, cuál es el camino que debemos recorrer, cómo
vivir. Al mismo tiempo, sin embargo, es precisamente comprender según Dios, ver
con sus ojos lo que hace fuerte la vida, lo que nos permite «estar de pie», y
no caer.
Queridos amigos, el Adviento, el tiempo litúrgico que
acabamos de iniciar y que nos prepara para la Santa Navidad, nos
coloca ante el luminoso misterio de la venida del Hijo de Dios, el gran
«designio de benevolencia» con el cual Él quiere atraernos a sí, para hacernos
vivir en plena comunión de alegría y de paz con Él.Audiencia 20121205
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