El ministerio petrino es “primado del amor”. Nada más
coherente que esto había podido afirmar “un humilde trabajador en la Viña del Señor”. Un teólogo
como pocos en los últimos cincuenta años, cuya inteligencia de la vida
cristiana, entrenada por la oración y el conocimiento de la Biblia, no le ha hecho
olvidar jamás – ni siquiera en los días más dolorosos – que la Iglesia es una grey que
camina, comenzando por Pedro, detrás de Cristo. Y que Él, y sólo Él, la
protegerá siempre con la fuerza más grande que cualquier otra fuerza.
“Es el poder del bien – de la verdad y del amor, que es más
fuerte que la muerte. Sí, es verdadera su promesa: los poderes de la muerte, las
puertas del hades no prevalecerán contra la Iglesia que Él ha edificado sobre Pedro y que Él,
precisamente de este modo, sigue edificando personalmente”. Homilía 2009-VI-29
Basta leer el Evangelio, está todo escrito: hay un mar
agitado, un Pedro que no sabe qué hacer y está Cristo que aplaca los vientos.
“A través de esta
caída Pedro – y con él todos sus Sucesores – deben aprender que su sola fuerza
no es suficiente para construir y guiar la Iglesia del Señor. Nadie lo logra sólo por sí
mismo. Por más que Pedro parezca capaz y bueno – ya en el primer momento de la
prueba fracasa". Homilía 2006-VI-29
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