La bendición, en la Sagrada Escritura, está relacionada
principalmente con el don de la vida que viene de Dios, y se manifiesta ante
todo en la fecundidad, en una vida que se multiplica, pasando de generación en
generación. Y con la bendición está relacionada también la experiencia de la
posesión de una tierra, de un lugar estable donde vivir y crecer en libertad y
seguridad, temiendo a Dios y construyendo una sociedad de hombres fieles a la
Alianza, «reino de sacerdotes y nación santa» (cf. Ex 19, 6).
Por ello Abrahán, en el proyecto divino, está destinado a convertirse en
«padre de muchedumbre de pueblos» (Gn 17, 5; cf. Rm 4, 17-18) y a entrar en una
tierra nueva donde habitar. Audiencia 20130123
sic.
Hace 3 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario