«Creo en Dios». Es una afirmación fundamental,
aparentemente sencilla en su esencialidad, pero que abre al mundo infinito de
la relación con el Señor y con su misterio. Creer en Dios implica adhesión a
Él, acogida de su Palabra y obediencia gozosa a su revelación. Como enseña el
Catecismo de la Iglesia católica, «la fe es un acto personal: la respuesta
libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela» (n. 166). Poder decir
que creo en Dios es, por lo tanto, a la vez un don —Dios se revela, viene a
nuestro encuentro— y un compromiso, es gracia divina y responsabilidad humana,
en una experiencia de diálogo con Dios que, por amor, «habla a los hombres como
amigos» (Dei Verbum, 2), nos habla a fin de que, en la fe y con la fe, podamos
entrar en comunión con Él. Audiencia 20130123
sic.
Hace 3 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario