Igual que las abejas producen la dulce miel libando el néctar de las flores, Mis Ideas son el producto de muchos años de estudio y reflexión. Si alguna de Mis Ideas no son tan dulces como la miel la culpa es mía.
viernes, 11 de enero de 2013
El año de la fe
También en nuestro tiempo un lugar
privilegiado para hablar de Dios es la familia, la primera escuela para
comunicar la fe a las nuevas generaciones. El Concilio Vaticano II habla de los
padres como los primeros mensajeros de Dios (cf. Lumen gentium, 11; Apostolicam
actuositatem, 11), llamados a redescubrir esta misión suya, asumiendo la
responsabilidad de educar, de abrir las conciencias de los pequeños al amor de
Dios como un servicio fundamental a sus vidas, de ser los primeros catequistas
y maestros de la fe para sus hijos. Y en esta tarea es importante ante todo la
vigilancia, que significa saber aprovechar las ocasiones favorables para
introducir en familia el tema de la fe y para hacer madurar una reflexión
crítica respecto a los numerosos condicionamientos a los que están sometidos
los hijos. Esta atención de los padres es también sensibilidad para recibir los
posibles interrogantes religiosos presentes en el ánimo de los hijos, a veces
evidentes, otras ocultos. Audiencia 20121128
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