Leyendo el Antiguo Testamento, podemos ver
cómo las intervenciones de Dios en la historia del pueblo que se ha elegido y
con el que hace alianza no son hechos que pasan y caen en el olvido, sino que
se transforman en «memoria», constituyen juntos la «historia de la salvación»,
mantenida viva en la conciencia del pueblo de Israel a través de la celebración
de los acontecimientos salvíficos. Así, en el Libro del Éxodo, el Señor indica
a Moisés que celebre el gran momento de la liberación de la esclavitud de
Egipto, la Pascua
judía, con estas palabras: «Este será un día memorable para vosotros; en él
celebraréis fiesta en honor del Señor. De generación en generación, como ley
perpetua lo festejaréis» (12, 14). Para todo el pueblo de Israel recordar lo
que Dios ha ordenado se convierte en una especie de imperativo constante para
que el transcurso del tiempo se caracterice por la memoria viva de los
acontecimientos pasados, que así, día a día, forman de nuevo la historia y
permanecen presentes.
Audiencia 20121212
Viernes santo.
Hace 6 horas
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