En este punto debemos preguntarnos cómo
comunicaba Jesús mismo. Jesús en su unicidad habla de su Padre —Abbà— y del
Reino de Dios, con la mirada llena de compasión por los malestares y las
dificultades de la existencia humana. Habla con gran realismo, y diría que lo
esencial del anuncio de Jesús es que hace transparente el mundo y que nuestra
vida vale para Dios. Jesús muestra que en el mundo y en la creación se
transparenta el rostro de Dios y nos muestra cómo Dios está presente en las
historias cotidianas de nuestra vida. Tanto en las parábolas de la naturaleza
—el grano de mostaza, el campo con distintas semillas— o en nuestra vida
—pensemos en la parábola del hijo pródigo, de Lázaro y otras parábolas de
Jesús—. Por los Evangelios vemos cómo Jesús se interesa en cada situación
humana que encuentra, se sumerge en la realidad de los hombres y de las mujeres
de su tiempo con plena confianza en la ayuda del Padre.
Audiencia 20121128
Viernes santo.
Hace 4 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario